Durante el año 1913 se dio un sangriento enfrentamiento en Fresnillo, Zacatecas, entre las fuerzas de José Natividad del Toro y el general Pánfilo Natera. Durante la masacre las personas se encerraron en sus casas con mucho miedo, se escuchaban las fuertes detonaciones y los gritos de lamento de los soldados que resultaban heridos.
José Natividad decidió ocultarse dentro de la parroquia de la Purificación junto con varios de sus compañeros. Lograron subir hasta el campanario desde donde tenían una gran vista para poder combatir a sus enemigos. Pero los contrarios decidieron atacar con una nueva estrategia y rodearon toda la iglesia para atacar.
En muy poco tiempo, todas las entradas fueron tomadas por fogatas en las que se quemaba chile seco. El fuerte y molesto olor obligó a los soldados de José Natividad a rendirse y salir corriendo por su voluntad. Pero él era demasiado orgulloso para rendirse ante cualquier adversario, así que prefirió tomar su arma y dispararse en la cabeza.
Unos de sus soldados tomaron su cuerpo y lo bajaron desde el campanario, dejando en el camino grandes manchas de sangre. Todo su ejército fue fusilado y sus cuerpos desaparecieron junto al suyo. Pero el horror en el campanario apenas comenzaba.
Tras la muerte de José Natividad, los habitantes comenzaron a notar una extraña presencia, a lo lejos vieron la silueta de un hombre uniformado que parece vigilar al pueblo desde el campanario.
En el Atrio de la iglesia de la Purificación es posible escuchar algunos disparos y gritos de dolor como si se tratara de almas en pena. Los fresnillenses dicen que el hombre de grandes bigotes asecha a cualquiera que se encuentra dentro de la iglesia.
Se aparece ante los sacerdotes, los fieles y hasta los coristas ocasionándoles un terrible susto que los obliga a salir corriendo. Los que lo han visto, aseguran que aún tiene la marca de una bala justo en su cabeza.
Todo aquel que se atreve a subir al campanario experimenta una terrible sensación, parece que alguien permanece vigilando todo el tiempo y el ambiente es escalofriante. El fantasma del campanario hace que todos bajen aterrorizados y temblando de miedo después de ver su terrorífica presencia.