Leyenda del Tesoro del Reloj

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En el municipio de Tecozautla, Hidalgo, durante el año 1904 había muchas personas ricas que estaban interesadas en modernizar el pueblo. Algunos de ellos eran hacendados y otras más personas del gobierno con mucho dinero. Gracias a ellos se comenzó la construcción del gran reloj municipal.

Dentro del diseño era necesario construir cuatro columnas para que se mantuviera de pie y sin problema durante mucho tiempo. Pero para asegurarse de que no se cayera, los adinerados hicieron una ofrenda a espíritus del más allá y colocaron sus joyas en una de las torres del reloj. Se dice que el espíritu aceptó el pacto de las personas y la construcción jamás se caería.

Cuando los trabajadores terminaron la construcción a altas horas de la noche, vieron que una mujer muy guapa y vestida de blanco se sentaba junto a una de las torres del reloj. Los hombres no prestaron mucha atención y se dirigieron a su casa. Pero a partir de ese momento, justo cuando el reloj municipal marca la media noche, una misteriosa mujer vestida de blanco aparece de la nada y se acerca al monumento.

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Esta mujer se coloca siempre en el mismo sitio, al lado de una de las torres que se sospecha es la que guarda el tesoro de los ricos de Tecozautla. Esta mujer es el espíritu con el que se cree, esas personas poderosas hicieron el pacto para evitar que la magnífica construcción se derrumbara. Aunque esta mujer cuida el tesoro, también se le ha visto hablar con los habitantes del poblado que no tienen idea de este aterrador contrato.

Además, muchos de los que pasean a altas horas de la noche pueden escuchar que la mujer los llama por su nombre. Les pide acercarse para platicar y seguramente convencerlos de robar el tesoro. Pero al hacerlo seguramente corren el riesgo de pagar las riquezas a cambio de su alma.