La Leyenda de Don Trinidad

En una comunidad dentro del municipio de Ixtlahuacan en el estado de Colima vivía Don Trinidad, un hombre humilde y muy honrado. Su casa era pequeña y estaba hecha de láminas de cartón, tenía un pequeño terreno en el que crecían sus animales.

Con sus ahorros logró juntar para comprar unas cuantas vacas a muy buen precio. Pero en aquel entonces existía una terrible epidemia que hacía enfermar hasta la muerte a los animales. Para evitar esto, Don Trinidad pensó que sería buena idea vacunar a sus vacas contra el terrible virus, pero ya se había terminado todos sus ahorros.

Se acercó a su compadre Abraham para pedirle un préstamo y así poder comprar el medicamento de sus animales. Su compadre le prestó un poco más de lo que necesitaba y así Don Trinidad pudo ir a la ciudad a comprar las vacunas.

Pero durante el camino se encontró con un hombre que desde hace mucho lo odiaba. Estaba esperándolo con su rifle y dispuesto a quitarle su dinero, a pesar de que Don Trinidad se defendió y peleó con él, terminó herido y quedó tendido en la salida de Ixtlahuacan.

Después de unos meses, su compadre se encontraba en el campo cuidando su ganado cuando vio a lo lejos una silueta extraña que se acercaba a él. Abraham estaba muy asustado, así que caminó rápidamente para alejarse de ese ser misterioso que traía consigo un bolso en la mano. Pero la silueta parecía moverse cada vez más rápido hacía él.

 

Al poco tiempo Abraham notó un gran parecido de ese ser extraño y su difunto compadre Don Trinidad. Así que tomó valor y dijo en voz alta “Compadre, te libero de la deuda que tenías conmigo”, y en unos segundos ese misterioso fantasma desapareció frente a sus ojos.

Abraham corrió hasta su casa, cerró todas las ventanas y las puertas de su casa con seguro. Comenzó a rezar hasta que quedó totalmente dormido y no supo nada más. Al día siguiente, cuando salió de su casa, encontró en la entrada un costal llenó de monedas que eran más de lo que le había prestado a Don Trinidad.

Dicen que el espíritu de Don Trinidad no podía descansar en paz hasta haber sido liberado de su deuda. Algunas personas pueden ver a un hombre de su edad cuidando vacas en los terrenos cercanos a la comunidad de Ixtlahuacan. Pero el caer la tarde, desaparece misteriosamente y las huellas de sus animales se borran por completo.

 

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