Leyenda de la Casa del Dentista

En el centro de una de las principales ciudades de Coahuila vivía uno de los dentistas más reconocidos gracias a su excelente trabajo. En su casa solamente habitaba él y su madre, una mujer de avanzada edad que varias veces lo ayudaba como recepcionista para sus pacientes.

El dentista era orgullo de su madre, durante muchos años se dedicó a ayudar en los gastos de la casa y siempre lo hacía con una sonrisa. Pero el dinero que ganaba no era suficiente para tener su propio consultorio ni tampoco contrata a una recepcionista. Así que su madre le permitió montar un consultorio en su casa y le dijo que ella sería su recepcionista.

La mayoría de sus colegas de trabajo y médicos eran recibidos por esta mujer siempre que iban de visita. Así fue durante muchos años, hasta que el dentista le confesó a uno de sus pacientes que su madre ya llevaba mucho tiempo muerta, pero que era normal ver su espíritu rondar en la casa. Desde ese momento, las visitas de sus pacientes fueran escasas. Todos temían entrar a la casa del dentista porque siempre los recibía la extraña mujer.

Una noche un joven de la ciudad se encontraba platicando sobre esta historia con sus amigos dentro de la cantina. Sus amigos lo retaron a volver a esa casa para enfrentar al espíritu de la mujer. Así que hizo una cita con el doctor, llegó puntual a la casa y estuvo unos minutos tras la reja, esperando a que alguien abriera. Su piel se comenzó a erizar y tuvo una gran sensación de miedo.

Desde el fondo de la casa surgió una anciana que se acercó lentamente a la reja. El joven se quedó inmóvil, aunque quería mover sus piernas y salir corriendo no podía hacerlo. Mientras tanto, la mujer abrió la puerta y sin decir nada, le indicó el camino para llegar al consultorio del dentista. El joven caminó hasta el fondo, encontró al dentista y sostuvo una breve charla con él para después salir por su propia cuenta de ahí.

Corrió a la cantina para contar la anécdota a sus amigos, pero lo más increíble fue que le dijeron que, hace muchos años cuando la mujer anciana murió, su hijo el dentista se suicidó de tristeza. Lo que había visto el joven era a dos espíritus encerrados en una vieja casa abandonada de Piedras Negras.

Última modificación: 15 noviembre, 2018

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