Leyenda del Cerro del Muerto
En Aguascalientes existieron tres grandes sacerdotes, el Nahuatlaca, el Chichimeca y el Chalca. Los tres gigantes se reunieron para repartirse la tierra y así poder establecer su comunidad. Tras la reunión el gran sacerdote Chichimeca salió con sus protectores para bañarse en un lago cercano, dejando a los otros dos sacerdotes esperando.
Tras varias horas, notaron que el sacerdote había desaparecido, así que los chichimecas dijeron que había sido asesinado por los chalcas. Atacaron a su pueblo fuertemente para vengar la muerte del gigante sacerdote. Pero los chalcas corrieron rápidamente a pedir ayuda a los nahuatlacas, aunque no la recibieron.
Durante la gran batalla llena de flechas y violencia apareció el sacerdote Chichimeca justo en medio. Trató de detener la pelea, pero una de las flechas le dio justo en el corazón, cayó herido y con la poca fuerza que le quedaba se acercó a su pueblo, pero al intentar hablar con ellos se desplomó por completo sepultando a su propia gente.
Con el paso del tiempo los cadáveres del pueblo chichimeca y su sacerdote formaron el cerro que está al poniente de Aguascalientes, conocido como el cerro del muerto. Este cerro abre a mitad de la noche misteriosas cuevas en donde se puede ver a los espíritus del pueblo chichimeca bailar y divertirse. Algunas personas que han entrado dicen que al amanecer todo en ese pueblo se convierte en ruinas y calaveras.
Los arqueólogos que han subido el cerro del muerto no han podido estudiar sus orígenes debido a que se encuentran con misteriosas voces y sucesos paranormales. Se escucha el llanto y gritos de dolor de las personas que quedaron sepultadas. Dicen que todo aquel que intenta subir el cerro pierde la cordura, queda mudo o ya no regresa nunca quedando atrapado en el cerro para siempre.
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