Leyenda de Vampiros en México

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En la época de la Revolución Mexicana había muchas personas que aparecían muertas en las calles tras las batallas. Algunos se acostumbraron a vivir con esto cada día, pero lo más extraño es que muchos de estos cuerpos aparecían con dos agujeros marcados en el cuello. Además ninguno de los cuerpos presentaba algún resto de sangre.

Asombrados con el hecho, uno de los generales ordenó a sus tropas investigar para averiguar de qué se trataba. Uno de los soldados hizo un terrible descubrimiento, en una casa encontró varios jarrones llenos con sangre. Avisó de inmediato al general y un grupo de soldados se dispuso a vigilar afuera de la casa para esperar la llegada del dueño. Tuvieron que esperar toda la tarde hasta altas horas de la noche.

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Justo cuando pensaron que nadie llegaría, escucharon fuertes aleteos a lo lejos. Vieron como una figura con alas se convertía en hombre y se acercaba caminando lentamente hacía la casa. Los soldados quedaron perplejos al ver tan endemoniado ser frente a ellos. El capitán dio la orden de disparar, y aunque los soldados estaban temblando, cargaron sus armas y comenzaron a disparar. Se escucharon ráfagas de disparos durante varios minutos.

El hombre quedó tendido a la puerta de su casa, los soldados se acercaron a él cuidadosamente y el vampiro les murmuró: “Hay más y vendrán por ustedes”. Los soldados comenzaron a temblar, pero el general le disparó directo en el corazón para que muriera. Lo más extraño fue que a pesar de haber matado a ese vampiro, aún seguían apareciendo cuerpos con las marcas en el cuello.

Se cree que en México aún hay vampiros que viven ocultos entre nosotros y que salen a casar de vez en cuando, aprovechando las guerras y los conflictos armados para desaparecer más personas y alimentarse.