La Leyenda de La Mano Peluda
El Desierto de la Candelaria es uno de los principales atractivos en Boyacá, en especial por el misticismo que rodea el sitio. Son muchas las aterradoras historias de gente que asegura que algo raro pasa dentro de esa zona árida. Algunos turistas curiosos han sido sorprendidos por un extraño ser que sale desde el interior de la tierra y corre a una velocidad impresionante.
Pero todo comenzó desde hace tiempo, cuando un pequeño niño fue atacado por esta extraña criatura. En uno de los hogares más cercanos vivía una familia humilde con un niño de 9 años de edad. El pequeño era muy inteligente, pero solía hacer demasiadas travesuras a sus padres, en especial cuando lo enviaban a dormir a su habitación. Nunca quería hacerlo, siempre estaba escapando de sus padres y desobedecía.
Una noche, sus padres tuvieron una emergencia y tenían que salir de la casa, así que decidieron enviar a dormir a su hijo. Aunque él no quería hacerlo, aceptó ir a su cama muy molesto. Justo a la media noche, se escuchó un extraño ruido en la ventana de su habitación, pero el pequeño no hizo mucho caso. Después, en la puerta parecía que alguien rasgaba con fuerza la madera y forcejeaba para poder entrar.
El niño se asustó, así que tapó su rostro con la sabana para esconderse y los ruidos cesaron. Unos minutos después el pequeño sintió una mano que tomó su pie y lo arrastró hasta tirarlo de la cama. Sus gritos no fueron escuchados por nadie ya que sus padres aún no volvían a casa. Intentó patear y sujetarse de todos los muebles que se atravesaban en su camino pero todo fue inútil. Es horrible y peluda mano lo estaba arrastrando por toda la casa hasta conseguir sacarlo hacía el desierto.
Justo ahí el niño se dio cuenta de que la enorme mano peluda nunca lo soltaría. De repente, en medio del desierto se abrió una gran grieta y la mano arrastró al niño hasta el interior del suelo. Solamente alguien a lo lejos logró escuchar el llanto del pequeño pero fue demasiado tarde. Cuando sus padres volvieron para buscarlo en el desierto nunca pudieron encontrarlo.
La mano peluda continúa atacando a cientos de niños justo a la media noche. Algunos que han logrado escapar de sus garras terminan con el pie muy lastimado y sangrando. Si estas heridas no se curan a tiempo la vida del niño corre peligro y su alma puede ser condenada por la eternidad.
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