Leyenda del Guando
En una pequeña localidad a las orillas de Antioquia vivía un hombre de avanzada edad que era dueño de una gran fortuna. Contaba con bastas tierras, una casa grande y una enorme cantidad de dinero. Algunos de los habitantes del poblado recurrían a él para pedir su ayuda cuando fallecía algún familiar. Pero el hombre era demasiado avaro y nunca brindó su ayuda a cualquiera que lo buscara.
Nunca quiso gastar ni un solo centavo en ayudar a las familias que lo necesitaban. Y contrario a lo que muchos imaginaban, él hombre nunca quiso tener un gran velorio como era costumbre con los hacendados de esos tiempos. Siempre dijo que el día que él muriera solamente lo dejarán a la orilla del río y así la naturaleza haría su trabajo.
En poco tiempo contrajo una extraña enfermedad que deterioró su cuerpo hasta llevarlo a la muerte. A la mayoría de los habitantes del pueblo no les importó ya que nunca recibieron apoyo alguno de él. Pero a pesar de esto un pequeño grupo de personas decidió que le darían cristiana sepultura. Así que lo envolvieron en unas sábanas blancas y lo colocaron sobre una cama de bambú que se le llama guando. Cargaron el cuerpo en camino hacia el cementerio acompañados de algunas mujeres que rezaban en voz baja.
Pero justo cuando atravesaron un puente, algo extraño comenzó a suceder con el cuerpo. El muerto estaba cada vez más pesado, era imposible que los hombres lo siguieran cargando, se volvió en una enorme carga ocasionando que el puente se derrumbara. El agua arrastró el cuerpo hasta desaparecerlo por completo. Después de mucho tiempo las personas dejaron de buscar el cuerpo del hombre y lo olvidaron.
Pasaron los años hasta que durante una fría noche de invierno algo terrible apareció en las calles de la localidad. Entre la neblina apareció una procesión de gente que llevaba un cadáver envuelto en sábanas blancas. Los habitantes se ocultaron en sus casas y no salieron hasta el día siguiente. Pero desde entonces, cada año se repite esta aparición sobrenatural, algunos dicen que se trata del alma en pena de aquel hombre al que no se pudo llevar al cementerio.
El espectro que viaja sobre el guando algunas veces está acompañado por las ánimas benditas. Lo llevan cargando cuatro seres sobrenaturales que tienen patas de cabra negras y no se les puede ver el rostro. Son acompañados de lamentos y voces que van rezando rosarios. El Guando se aparece cerca de los ríos y los bosques especialmente en el día de todos los santos.
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